
Solamente con ver su aspecto, denotaba su estado,
ajadas sus maderas,oxidados sus hierros de las ventanas,
cuarteados la puerta y quiza esconchados hasta el ultimo rincon de si misma
Esa dejadez, soledad solariega, tejados floreados, canalones y bajantes atorados, humedades ciertas y ...
Ella prefiere la noche, pues sabe que la protegera de la mirada curiosa y ajena,
ese velo que permite ocultar su dejadez que la luz diafana y veraz del dia, muestra para verguenza de todos y de ella misma.
Envidiosa de risas y llantos, ahora percibe ese sonoro silencio donde los ecos se reververan y le encojen hasta el alma
Oh casa abandonada... cuanto esfuerzo supuso el levantarte para ahora ya... que te inunde la nada.
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